13 Libertad y voluntad: ¿sigue esperando o ya se ha decidido?

Dos conceptos complejos, dos caras de la misma moneda: si no ejercemos conscientemente nuestra voluntad y no decidimos nada por nosotros mismos, no somos realmente libres.

Libertad es una gran palabra que (supuestamente) significa cosas distintas para cada persona. Algunos -y probablemente sean muchos- entienden por libertad la ausencia de restricciones de cualquier tipo. Esto empieza con las tareas cotidianas en el trabajo y termina con las tareas domésticas normales. No quieren tomar decisiones ni hacer nada. El estado ideal consiste en una ociosidad placentera. Pero, ¿es eso realmente libertad?

Libertad: no hacer nada o pasar el tiempo, ¿es todo?

¿Su vida también consiste en esperar a que acabe la jornada laboral, el fin de semana, las vacaciones y, en última instancia, la pensión? ¿Qué tiene eso de deseable? Entonces, ¿tienes y eres libre, sin tareas, obligaciones ni obligaciones? Por fin puedes relajarte. Y te aburres. Así que pasas el tiempo de alguna manera, ves una película, tomas una copa... y no pasa nada. Y esperas. Poco a poco, la situación empieza a ponerte nervioso, te enfadas por pequeñas cosas: El vecino es agotador, la subida de los precios es un descaro, las noticias son casi insoportables. Al menos tienes algo de variedad: ¿es eso lo que significa la libertad?

La libertad como bien supremo, ¿también para usted?

Hay otra manera: mientras que algunas personas ven su libertad personal en no hacer nada o pasar el tiempo, hay personas que se marcan objetivos. Pueden utilizar distintos métodos, como la lista de la cuchara o una lista de objetivos que aún quieren alcanzar. Puede tratarse de algo grande que no es tan fácil de realizar. Algunas personas quieren dejar algo sustancial, algo duradero o incluso una mella en el universo. Lo único que tienen en común es que quieren algo, y lo quieren de forma activa y decidida.

Al desear algo, ejerces tu voluntad y tu libertad. Así que la constatación es: la libertad reside en la voluntad que sigue a la voluntad. No se trata de deseos que todos albergamos, como diferentes circunstancias vitales. Se trata más bien de una voluntad auténtica que conduce inevitablemente a la acción, a un comportamiento activo y decidido. Todo lo demás es procrastinación. Si sólo hablamos de lo bonito que sería, entonces esto cuenta como pasatiempo. Hablemos de lo bonito que será a través de nuestras acciones: ¡Eso es libertad en acción!

Vivir la libertad: ¿cómo funciona?

Anticiparse: No necesitas hacer listas ni definir objetivos. Basta con que te escuches y descubras de qué estás hecho. ¿Qué quieres desplegar y desarrollar? ¿Cómo podría ser y sentirse una versión mejor de nosotros mismos? Entonces sentirás ese anhelo vivido de plenitud, de tu nueva existencia. Experimentarás quién eres y hacia dónde te llevará tu camino. Para mí, ésta es la mayor aventura que podemos experimentar: la libertad vivida como liberación del ser.

Por supuesto, puedes encontrar tu propio camino, pero una cosa es cierta: sólo somos libres cuando ejercemos nuestra voluntad, cuando nos decidimos conscientemente por algo: una acción, un objetivo, una cosa o una persona. Pero, ¿cómo es la realidad? La mayoría de las personas funcionan en automático, simplemente son, viajan como un tren sobre raíles y siempre van en línea recta. Esto también puede ser agradable y relajante; no en vano algunas escuelas espirituales de pensamiento consideran que este estado, que no conoce ni el ego ni la volición, es la meta más elevada. Con la mano en el corazón: ¿por qué tenemos entonces libre albedrío?

Libre albedrío: tanto un don como una responsabilidad y una carga

Como todos los grandes bienes, no sólo son una bendición, sino también una carga: si la humanidad renunciara a su libre albedrío, esto podría ser una gran bendición para la Tierra. Las desastrosas consecuencias de que muchas personas ejerzan su libre albedrío pueden verse en nuestra naturaleza y nuestro medio ambiente. Pero también faltaría el bien que hace la humanidad. Y lo que nos hace especiales a los humanos. No sólo se nos ha dado nuestra voluntad como un bonito accesorio. Si tomamos decisiones y ejercemos nuestra voluntad, aprendemos y crecemos. Seguimos desarrollándonos reconociendo lo que hacemos, lo que es bueno y lo que es malo, y decidiendo cómo proceder.

¿Qué significaría renunciar a nuestra voluntad? Resultaríamos ser un error fatal de la naturaleza porque no ejerceríamos el peligroso libre albedrío: sólo vegetaríamos. ¿Puede ser ése el objetivo de nuestra existencia humana? Desde luego que no. No, debemos decidirnos conscientemente a favor de este don para poder aprender cosas nuevas cada día, equivocarnos y cometer errores. Sólo así podremos seguir desarrollándonos, como seres humanos y como almas.

Conviértase en un campeón de la toma de decisiones: ¡ahora!

La decisión depende de ti: Rompe la rutina de la costumbre, un poco más y un poco más. Esto te permitirá adquirir nuevas experiencias y conocimientos, y crecer y florecer en más de un sentido. Y lo mejor es que no tienes por qué dar estos pasos solo. Muchas cosas son más fáciles en comunidad: tomar decisiones, ganar capacidad de decisión, ejercer tu libre albedrío... en el mejor sentido del ser humano, te convertirás en un maestro de la toma de decisiones. ¿Le parece interesante? Entonces ponte en contacto con nosotros, ¡estamos deseando conocerte!

Utilizamos cookies para ofrecerle la mejor experiencia posible en nuestro sitio web. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Acepte